Add parallel Print Page Options

Nadie invoca tu nombre,
    ni se esfuerza por aferrarse a ti.
Pues nos has dado la espalda
    y nos has entregado[a] en poder de nuestras iniquidades.

A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre;
    nosotros somos el barro, y tú el alfarero.
    Todos somos obra de tu mano.
No te enojes demasiado, Señor;
    no te acuerdes siempre de nuestras iniquidades.
¡Considera, por favor,
    que todos somos tu pueblo!

Read full chapter

Footnotes

  1. 64:7 entregado (LXX, Targum y Siríaca); derretido (TM).